Continuando con la serie, que intenta plasmar las formas en que las personas escapamos de la libertad, el siguiente camino que Fromm plantea es la Destructividad.
Los autoritarios pierden su libertad al vivir dependiendo de las actividades de los demás autoritarios, al verse obligados a “eliminar la competencia” por la misma paranoia que les genera la amenaza de la perdida de ese control efímero que poseen. Según esta teoría, la destructividad se puede dar a tal grado que el autoritario puede orientarla hacia el mundo en sí, y despertar en las actitudes más bajas de la sociedad, como vandalismo, brutalidad, terrorismo y cualquier comportamiento similar. Por otro lado, se plantea que si esta destructividad hacia afuera es reprimida se redirige hacia el mismo individuo en forma de adicción, alcoholismo, y de obvia deducción, suicidio.
La semana próxima termina esta serie con los escapes de la libertad de Fromm, así que lo espero para la conclusión.
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