No se me confunda estimado lector, aunque parezca que me refiero a esa libertad que creemos tener pero no tenemos, en esta ocasión, no es así, ese es tema para otro día. De lo que trataré hoy es de internet como último medio libre, o por lo menos último a mi parecer.
Si bien hay otros medios que dan bastante libertad, suelen estar dirigidos por una o más personas que toman las decisiones de lo que al final termina saliendo, en cambio, desde la llegada de la web 2.0, todos y cada uno de nosotros tenemos la oportunidad de publicar, y a nivel global, lo que nos salga de la cabeza y sin pelos en la lengua.
Claro que las condiciones y términos de usos, que todos mienten haber leído y aun así son tantas que sería medio descabellado recordarlas después de una sola y rápida ojeada, nos ponen una última barrera que impide algunas cosas, pero si bien uno ya quiere atravesar esas barreras, siempre tiene la opción de acceder a su propio dominio virtual en donde pone las reglas por si mismo.
Al fin y al cabo, sea cual se el medio, si quién quiera expresarse públicamente tiene un mensaje que no se escapa de esos límites impuestos, puede considerarse completamente libre.