#08 – Preso del Sistema

Hoy lector debo contarle una realidad, usted está atrapado. Pero no se asuste, no es el único, es más, es parte de la gran mayoría de las personas, que se levantan cada mañana a desperdiciar su vida empujando los engranajes que hacen girar esta bola en la que estamos parados.

Tengo que confesar que me producen envidia esas personas que logran salir de este círculo vicioso que nos consume la vida en dosis de 4, 8 e incluso 12 horas diarias. Pero no por lo que tengan o lo que hagan, sino porque pudieron abrir los ojos para despertarse de este sueño inducido y ver la matriz, dicho esto en una forma metafórica claro está.

Así mismo, del otro lado de la moneda, están esos señores y señoras a los que pasaron de anestesia y los dejaron como un vegetal encerrado en un ciclo sin fin, en el que no pueden tener un objetivo más allá de lo que les alcanza el brazo, y hasta en algunos casos, el codo.

Si no tiene la suerte de pertenecer al primer grupo, ni la desgracia de pertenecer al último, estoy seguro que puedo decirle que, tanto usted como yo, estamos parados en el canto de esa moneda, porque logramos ver que hay algo mas allá del mar, pero no se emocione mucho con eso, porque también somos como pequeños nenes empañando con el aliento la vidriera de una juguetería, porque vimos que hay algo más, pero no sabemos como alcanzarlo.

Fue ese el momento en que me puse a reflexionar. Pensando en que significa esa bola encadenada que no deja a nuestro querido amigo de cara abotonada cruzar esa puerta dorada hacia la libertad, y usted se estará preguntando lo mismo. Lamento decirle que no tengo la respuesta. Pensé que podrían ser nuestros seres más queridos, pero eso sería absurdo ya que uno puede seguir teniéndolos allá afuera, también creí que podía ser la necesidad, pero la necesidad no es más que el reflejo de la escasez que el mismo sistema nos impone, otra opción es la dignidad y la moral, y opino que es muy probable, pero al final sigue sin convencerme.

Como creo que ya me extendí demasiado voy a dejar esta interrogante abierta para que lo medite por si solo, esperando que venga a compartir la respuesta si algún día la encuentra, pero como conclusión deseaba dejarles algo. Nacemos dentro del sistema, pero no somos parte de él, nos adoctrinan y nos imponen las leyes que nos van atrapando la mente, y en el momento en que uno se da cuenta que algo huele mal, ya lo tiene bien agarrado de las pelotas.